El terreno se presta para las transformaciones profundas y los cambios radicales, sobre todo en la índole emocional, aunque con algunas exenciones en el ámbito profesional que deberían tenerse en cuenta. Los hechos pueden cambiar en un segundo y ponernos en escenarios no deseados ni gratos.
Cualquier falla producto del descuido y la negligencia tendrá efectos nocivos más allá de lo habitual, y no debe caerse en comportamientos poco disciplinados y carentes de compromiso. Esto debe tenerse muy en cuenta en al terreno laboral, sobre todo en quienes tengan negocio propio.
La sinceridad excesiva será la peor de las opciones, y es mejor guardar silencio si las palabras van a lastimar a los otros, porque los resentimientos serán de consideración. Hay que mantenerse en una actitud contenida y decir sólo lo necesario, tanto de forma oral como por escrito.
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